lunes, 9 de diciembre de 2013

Seat 124 Sport. Pedigree Italiano, Raza española


Corría el año 1972 y nuestro fabricante principal de automóviles Seat, vivía ciertos días de gloria ,el éxito del seat 600 durante la década de los sesenta y la reciente salida al mercado de los modelos berlina Seat 124 y 132 -que sustituían urgentemente al veterano 1500- ampliaban el abanico de un catálogo muy equilibrado para el público español, ya con una cierta madurez automovilística y que venía a cubrir las necesidades, sobre todo de espacio, dirigidas a un segmento familiar y un público más generalista que buscaban coches más amplios, cómodos y funcionales.
                                                                             

Recordemos que la existencia de Seat se debe en gran parte a una alianza estratégica con el grupo italiano Fiat, el cual cedía ciertos modelos de su catálogo para su fabricación en España con el nombre de Seat, pero siempre bajo licencia Fiat.

Un año antes en 1971 vería la luz en España un bonito coupé de Seat, con aspiraciones de Gran turismo denominado Seat 124 sport Coupé en su versión de 1600 cc, derivado del fiat 124 sport italiano y en el que se montaba una caja manual de cinco velocidades sobre un bloque motor biárbol de 1600cc equipado con dos carburadores dobles. Este motor desarrollaba 110 CV DIN a 6.400 r.p.m.,el rendimiento de dicho propulsor podía considerarse de muy bueno debido a su excelente respuesta en todos los regímenes de giro y que añadido a una excelente fiabilidad dotaban al coupé de Seat de unas prestaciones y usabilidad fuera de toda duda.
                                                                       
Fiat 124 Sport Coupé

A primera vista ya se nota un diseño puramente italiano y que en cierto modo recuerda a algunos modelos de Ferrari - salvando las distancias-

y sobre todo al Fiat Dino -veáse su frontal- con dobles ópticas circulares y líneas ciertamente angulosas, destacan los paragolpes cromados y la parrilla en el frontal así como una zaga con pilotos horizontales una vez más sobre paragolpes cromado.
   

En cuanto a las llantas recuerdo perfectamente que podían elegirse varias versiones para montar, destacando sobre todo en España los modelos de Targa y Cromodora.

El interior destaca por la sencillez, aunque llama la atención-según que versiones y acabados- los asientos rojos de sky sin reposacabezas, la larga palanca de cambio con pomo de bola, el volante de dos brazos y el largo cuadro de relojes que casi ocupa todo el salpicadero, eso sí, de marcada orientación deportiva. Respecto a la habitabilidad destacan unas plazas delanteras aceptables pero unas traseras prácticamente nulas, en la que a duras penas caben dos adultos, haciendo de los trayecto largos un verdadero suplicio - lo digo por experiencia.
                       

En 1973 llegaría la versión 124 sport dotada de un propulsor biarbol de 1800cc heredado de la berlina Seat 132 y en la que se montaba un solo carburador, estéticamente se diferenciaba de la versión 1600cc por los pilotos traseros, esta vez orientados de forma vertical.
                           

El maletero podría considerarse bueno para un coupé puesto que hay espacio para un equipaje de dimensiones contenidas. -Recuerdo unas vacaciones en familia con cuatro pasajeros a bordo, equipaje correspondiente y rumbo a la playa...
   

La gama de colores de carrocería era variada, destacando el rojo, naranja ,blanco y plata siendo los más comunes.
               

Quizás puede reprocharse, como casi todo coupé, el espacio interior, sobre todo en las plazas traseras, y que en modelos contemporáneos a este modelo, por ejemplo el Ford Capri, ya se disfrutaba de una habitabilidad algo superior y espacio para las piernas.

En marcha destacaba por su baja rumorosidad y la respuesta alegre del bloque biarbol consiguiendo cruceros de 170 km/h sin problema tanto en el 1600 como en el 1800.Estamos por tanto ante un coche rápido y ligero aunque si somos sinceros esa alegría de marcha quedaba reflejada en los consumos ciertamente altos para la época y evidentemente para los parámetros actuales.

                                                     


A día de hoy es un clásico muy cotizado, rondando los 10.000 euros en ejemplares impecables y de 3000 a 5000 los ejemplares para restaurar.
                                               

En definitivas cuentas, un coupé mítico, con pedigree italiano pero de raza española con el que disfrutar a día de hoy es un lujo al alcance de unos pocos.
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Texto: Carlos Pérez

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